lunes, 2 de enero de 2012

Adiós 2011...

El año que termina se caracterizó por la volatilidad en los mercados financieros al estar signado por una serie de noticias que tuvieron en vilo a los inversores. El terremoto y la posterior amenaza de explosión nuclear en Japón influyeron en el ánimo de los operadores en el inicio del 2011. También las revueltas sociales en Medio Oriente hicieron tambalear a las bolsas. Sin embargo la principal preocupación que ensombreció al mundo financiero fue la falta de soluciones a la crisis de deuda en la Eurozona y la debilidad de la economía de EEUU.

Estas últimas cuestiones dominaron la escena y determinaron el comportamiento de los jugadores locales, donde la bolsa porteña finalizó con su peor perfomance en 3 años. En tanto, los que apostaron por los títulos públicos de corto y mediano plazo en dólares fueron los que obtuvieron la mayor rentabilidad, así como los que incluyeron en su portafolios acciones de empresas alimenticias y textiles y cupones del PBI.

La clave de inversión durante 2011 pasó por aquellas carteras que estuvieron armadas con bonos de corto y mediano plazo en dólares como por ejemplo el Boden 2012, que rindió 21,6%. Este título-que amortizará el 3 de agosto de 2012- venía de una ganancia de 10,5% en 2010. En tanto, el Boden 2013 y el 2015 registraron avances significativos de 20% y 15,6% respectivamente.

"Los mejores rendimientos los tuvieron los inversores posicionados en bonos de corto y mediano plazo en dólares, tanto nacionales como provinciales, y en cupones del PBI con un rendimiento muy importante con el pago de fin de año".

Por su parte, los cupones del PBI volvieron a destacarse aunque de manera mucho más modesta que el año anterior en donde llegaron a tener ganancias de casi 300%. El instrumento en moneda local ganó 18% y el nominado en dólares 7,1%. Además hay que tener en cuenta que el pasado 15 de diciembre el Gobierno desembolsó u$s 2.500 millones para el pago de dividendos.